martes, 24 de noviembre de 2015
lunes, 23 de noviembre de 2015
Parashat Vaishlaj
Hay quienes creen que el solo pensar en las ideas
“espirituales”,
automáticamente excluye todo lo que sea material.
Sin embargo, la cosa no es así en el judaísmo.
“Material” y “materialismo”, no son sinónimos.
El mundo
material no contradice al mundo espiritual, sino que le es auxiliar.
automáticamente excluye todo lo que sea material.
El mundo material no contradice al mundo espiritual, sino que le es auxiliar.
“Dígame, por favor, ¿cuánto vale este cepillo de dientes eléctrico?”
“5 dólares” - responde la vendedora.
“Bueno, déme dos” - pide el cliente, sacando la billetera del bolsillo para abonar.
¿Se acuerda de estas palabras? Son de la época de la “plata dulce” ¡Cuántos años ya transcurrieron desde entonces…!
Mientras tanto, hemos bajado un poco a la realidad del mundo en el que nos toca vivir.
Aun así, es oportuno analizar estas palabras que fueron populares en su momento:
“¿Cuánto vale?” - realmente - ¿cuánto vale un cepillo de dientes eléctrico? ¿5 dólares?
Personalmente, lo dudo. Sin embargo, habitualmente cuando la persona dice: “¿cuánto vale?” se refiere a: “¿cuánto cuesta?”
¿Qué diferencia hay entre el costo de un objeto y su valor?
Pues, veamos.
“5 dólares” - responde la vendedora.
“Bueno, déme dos” - pide el cliente, sacando la billetera del bolsillo para abonar.
¿Se acuerda de estas palabras? Son de la época de la “plata dulce” ¡Cuántos años ya transcurrieron desde entonces…!
Mientras tanto, hemos bajado un poco a la realidad del mundo en el que nos toca vivir.
Aun así, es oportuno analizar estas palabras que fueron populares en su momento:
“¿Cuánto vale?” - realmente - ¿cuánto vale un cepillo de dientes eléctrico? ¿5 dólares?
Personalmente, lo dudo. Sin embargo, habitualmente cuando la persona dice: “¿cuánto vale?” se refiere a: “¿cuánto cuesta?”
¿Qué diferencia hay entre el costo de un objeto y su valor?
Pues, veamos.
PREPARÁNDOSE PARA EL “TODO O NADA”
Ia’acov volvía de haber vivido en la casa de Laván durante 20 años, de labor física y elevación espiritual. Allí constituyó su familia e incluso se convirtió en una persona muy acaudalada. Había llegado el momento de retornar a su hogar natal: Cna’an; ver a su padre Itzjak y cumplir con la promesa que había hecho a D”s al partir rumbo a Aram Naharaim: separar Ma’aser (el diezmo) de sus bienes al retornar.
Pero había una gran expectativa en torno a su regreso. En Cna’an, lo esperaba su hermano Eisav, quien mantenía un profundo rencor hacia Ia’acov por las bendiciones que su padre le había conferido y seguramente dispuesto a provocarle el máximo mal posible.
Ia’acov - conciente de esa probabilidad - intentó aproximarse a Eisav mediante el envío de emisarios, quienes anunciaban su próximo arribo y un saludo de paz y fraternidad. Mas, estos no solo no fueron recibidos por Eisav, sino que informaron a Ia’acov que su hermano salía a enfrentarlo con cuatrocientos (según el Midrash, son muchos más) soldados armados para batallar. Ia’acov - por su lado - solo venía acompañado por su joven familia y sus sirvientes.
¡¿Para qué habría alistado Eisav a cuatrocientos hombres?!
El panorama no parecía muy alentador, y por lo tanto, Ia’acov se previno para todas las posibles contingencias.
Preparó un enorme y costoso presente compuesto por cientos de cabezas de ganado, a los cuales envió delante suyo con la expresa orden de hacer saber a Eisav que se trataba de una señal de buena voluntad hacia él.
Luego dividió a su familia para escapar - en caso de que el ataque militar de Eisav se materializara: “si vendrá Eisav contra un campamento y lo hiriere, será el campamento restante quien se salve” (Bereshit 32:9).
Y - claro está - rezó a D”s: “Sálvame de mi hermano, de Eisav, pues le temo…” (Bereshit 32:12).
Los Sabios se asombran del miedo del que Ia’acov habla. ¿Acaso no había D”s dispuesto que Ia’acov vuelva, prometiéndole que lo protegería (Bereshit 31:3)?
Responde el Talmud (Brajot 4.): Ia’acov temía que “su pecado” interfiera con el augurio de D”s haciéndole perder el Resguardo Di-vino. Lo cual nos conduce a la próxima pregunta:
¿Qué pecado suponía Ia’acov haber cometido?
Los Sabios no nos brindan una respuesta única: posiblemente le preocupara el haber pactado (una gestión humana posiblemente superflua, para su nivel) con su malvado tío Laván o el haber adulado a Eisav (si bien estas acciones se podrían justificar a la luz del riesgo que corría la propia familia).
No por nada, algunos de los Sabios evaluaron el gesto inicial de Ia’acov hacia Eisav y lo consideraron innecesario e imprudente. “Quien sujeta las orejas de un perro que transita, se involucra en una pelea que no era propia” (Mishlei - Proverbios 26:17) - Eisav está en lo suyo (“ledarkó holej”), ¿para qué llamarle la atención?
CUANDO LO MATERIAL TAMBIÉN ES IMPORTANTE
Luego de estos preparativos preliminares, cayó la última noche antes del encuentro ineludible.
En plena oscuridad, Ia’acov cruzó a su familia el último arroyo que lo separaba de Eisav. En cierto momento durante ese cruce, quedó solo, absolutamente solo, y lo atacaron.
¿Porqué Ia’acov quedó aislado en un momento tan fatídico?
Dicen los Sabios (Julín 91.), que Ia’acov volvió para buscar unas jarritas.
¡Qué extraño! ¿Ia’acov no tenía otra preocupación en ese momento? ¿eran indispensables para proseguir su viaje? ¿tendrían un valor extraordinario? ¡¿no acababa de enviar un obsequio de magnitud asombrosa a su hermano?!
Aparentemente se trataba de jarritas comunes y corrientes.
Sin embargo, y para poder responder a estas preguntas, debemos entender previamente, algunos conceptos fundamentales en torno a la concepción del judaísmo sobre el rol que ocupan los bienes materiales en nuestra vida.
Hay quienes creen que el solo pensar en las ideas “espirituales”, automáticamente excluye todo lo que sea material.
Sin embargo, la cosa no es así en el judaísmo.
“Material” y “materialismo”, no son sinónimos. El mundo material no contradice al mundo espiritual, sino que le es auxiliar.
Todo lo material que está legítimamente en nuestras manos, no representa sino los suministros provistos por el Todopoderoso para el correcto cumplimiento de nuestra misión mundana. Ninguno de todos esos suministros puede ser superfluo, pues D”s es Perfecto y todo lo que brinda también lo es.
Si no lo necesitáramos, entonces D”s no nos lo hubiera dado….
EL PRIMER DESAFÍO POR ENFRENTAR
La Torá nos sigue narrando que en el lapso preciso en el que Ia’acov estaba momentáneamente separado de su familia, se le presentó “un hombre” que luchó con él hasta el amanecer (los Sabios nos hacen saber que no se trataba de un ser humano, sino que era el representante espiritual de su hermano rival Eisav, que trataba de impedir su llegada a Israel - Bereshit Rabá 77:3).
UNA LUCHA DE OTRA DIMENSIÓN
El hecho que el enviado de Eisav ataque a Ia’acov en el preciso momento en el que Ia’acov busque “las jarritas”, ubica este episodio en el marco de la pugna ideológica en la que se hallaban los hermanos: ¿Qué espacio ocupan los bienes físicos en la vida?
Al demostrar Ia’acov con este acto que hay un solo Amo en este Mundo, a Quien todo le pertenece, y para Quien está destinada hasta la última jarrita que poseemos - el mensajero de Eisav intentó su último embate.
Ia’acov estaba solo - sin apoyarse o confiarse en nada de lo material como fuerza separada o independiente de D”s, y así emulando, hasta donde los humanos pueden, al Todopoderoso - esto constituía una paradoja que Eisav no toleraría.
La “lucha” tuvo dimensiones categóricas, pues estaba todo en juego: “levantaron polvo que llegaba hasta el propio Trono Celestial” (Julín 91.).
“Todo comercio que levan a cabo los judíos exitosamente en este mundo, no lo logran sino a raíz del mérito de aquel ‘polvo’ de Ia’acov nuestro patriarca” (Midrash Rabá, Shir HaShirim 3:5). O sea: la Parnasá (sustento vital) del hombre, se respalda en la cosmovisión apropiada por la que luchó Ia’acov contra el ángel de Eisav.
¿Cómo se veía el representante de Eisav?
Los Sabios (Midrash Rabá, Bereshit 77:2) nos dicen que tenía aspecto de pastor (al igual que Ia’acov) y practicaba magia (intentando engañarlo).
En el Talmud hay opiniones que presumen que simulaba ser un idólatra, mientras que otros opinan que fingía ser un Talmid Jajam (estudioso). Todos estos conceptos no se contradicen, sino que se complementan coincidiendo en que se trata de una perfidia. El materialismo no tiene un perfil característico identificable. Puede y suele hasta disfrazarse de Sabio, portando las vestimentas y atuendo típico, actuando con aire místico, justificando su avidez por el dinero con miles de citas bíblicas y rabínicas, discurriendo alocuciones impresionantes y elocuentes, esgrimiendo proyectos con dialéctica refinada (quizás hasta convencido de estar actuando desinteresadamente), pero que solo encubren su deseo por dinero y poder.
El “enviado” de Eisav no logró derribar a Ia’acov, pero pudo herirlo en el muslo, dislocándole la pierna y causándole renguera.
El sitio del golpe que produjo el ángel, tampoco es fortuito…
Si bien no pudo derribar a Ia’acov, intentó herirlo…
Aun si no pudo hacerlo caer a él, pretendió golpear a su descendencia…
Y si bien no podría hacer desaparecer al pueblo de Israel, provocaría que deban errar de país en país durante el exilio…
La contienda duró toda la noche, hasta el amanecer.
Durante la noche - el Galut - no se “ven” las cosas. Cuesta distinguir contra quién se pelea y reconocer entre quién es amigo y quién adversario. Recién al amanecer, cuando se torne evidente la única Autoridad del Todopoderoso, se habrá finalizado la pelea y la fuerza de Eisav reconocerá su derrota frente a los ideales por los que Ia’acov luchó.
Finalmente, al no poder desprenderse de Ia’acov, el ángel (al despuntar el alba) pidió que lo dejara libre, pues había amanecido (Bereshit 32:27).
Ia’acov le preguntó: “¿eres tú un ladrón o un “Kubiustus” (asaltante o jugador) que necesita esconderse de la gente de día?” (Julín 91:)
“No” - respondió el otro - “soy un ángel, y desde el día en que fui creado, no llegó mi turno de cantar alabanzas ante D”s hasta hoy”.
Los ángeles no son seres con voluntad propia, sino que son creados por D”s para cumplir cierta tarea específica.
El mal existe para que las personas lo sometan. Una vez que esto ha ocurrido, ha cumplido su misión, y puede glorificar a D”s, pues mediante su existencia derrotada se manifiesta el Esplendor de D”s. En el momento que sucumbió ante Ia’acov, concluyó su cometido.
UN TRIUNFO CON CONSECUENCIAS PARA LA ETERNIDAD
Sin embargo, Ia’acov, se negó a soltarlo - salvo que antes lo bendijera.
Estamos acostumbrados a pedir Brajot a los tzadikim. Pero… ¡¿por qué pedir una bendición justamente al enviado del malvado Eisav?!
Precisamente, como hemos explicado, la bendición en este caso no es otra cosa que la admisión del triunfo del bien.
Como anticipo a la bendición, el ángel preguntó - retóricamente - cuál era el nombre de Ia’acov.
El “nombre” no es sino el significado de lo que la persona representa, y en el caso de Ia’acov recordaba el hecho que al nacer, estaba tomado del talón de Eisav.
“¡No más!” - respondió el ángel - “se asociará tu nombre con ‘engaño’ por el modo en que has obtenido las bendiciones. Desde ahora tu nombre será Israel”, un calificativo aristocrático, que simboliza la posición distinguida del pueblo de Israel como Ministros de D”s, por haber prevalecido ante los obstáculos - sin sostenerse ‘del talón’ de nadie”.
Ia’acov - a la inversa - preguntó ahora a su adversario por su nombre. La respuesta fue (aparentemente) evasiva: “¿Por qué preguntas por mi nombre?”
“Mi nombre se modifica según la circunstancia” (Rash”í).
CAMBIAN, PERO NO CAMBIAN
El semblante del mal que ostentan los verdugos malvados de Israel, reflejan de modo potenciado - y cambiantemente - las actitudes negativas que van asumiendo los judíos al asimilar conductas impropias, para que aprendamos a tomar distancia de aquellos errores.
Asimismo: los enemigos de Israel se han revelado de las maneras más disímiles con el paso de las generaciones. Cuando se suponía haber registrado el “nombre” y el modo de actuar de los adversarios espirituales de nuestro pueblo - luego de haber sufrido los estragos causados por sus malas influencias - y creyendo haber creado los anti-cuerpos necesarios para contrarrestar futuros daños similares, aquellas fuerzas adoptaron un nuevo disfraz que requeriría mucho tiempo en descubrir…
Fue entonces que “salió el sol para él (Ia’acov)”.
Si bien el sol sale para todos, en este caso, salió para curarlo de su renguera. “Así como el ángel afligió a Ia’acov, lo harán los descendientes de Eisav con los judíos. Sin embargo, llegará el momento de su redención cuando “salga el sol” con la venida del Mashíaj, pronto en nuestros días” (Sefer HaJinuj 3), y este es el significado de la abstención de consumir el Guid haNashé (nervio ciático de los mamíferos, aun de tratarse de las especies permitidas).
El ángel desapareció luego de bendecir a Ia’acov, y ahora Ia’acov debía enfrentarse al propio Eisav - el de carne y hueso.
Al avistar a Eisav a lo lejos, Ia’acov dividió a la familia según lo planificado, y corrió hacia él, arrodillándose en el trayecto siete veces. Ante semejante exhibición de servilismo por parte de Ia’acov, Eisav corrió a su encuentro, lo abrazó, lo besó y lloraron.
A continuación, las esposas y los hijos de Ia’acov mostraron su reverencia a Eisav.
La pregunta más llamativa es: ¡¿qué sucedió aquí?! ¡¿qué provocó un cambio de actitud tan radical por parte del belicoso Eisav?!
Hay quienes dicen que el beso de Eisav no fue sincero. Otros opinan que si bien (Halajá) la función y propensión de Eisav es odiar a Ia’acov, D”s modificó su actitud circunstancialmente.
R Iosef Jaim Sonnenfeld sz”l explicó que aun cuando Eisav mantenía la actitud odiosa y violenta, Ia’acov trató de enfocar mentalmente las virtudes de Eisav, y contener sus vicios. Fue aquella actitud de caridad y amor que irradiaba Ia’acov, la que modificó - a su vez - la disposición negativa de Eisav.
Esto nos aporta una lección importante en relación a la actitud a tomar con adversarios para apaciguar situaciones de enfrentamiento.
Pero hay quienes agregan una reflexión adicional:
Ia’acov nunca se arrodilló a Eisav, sino a D”s - pero delante de Eisav.
Eisav - en su vanidad -podía creer que la cortesía estaba dirigida a él.
Ia’acov, no obstante, sabía que Eisav no era más que un títere (aunque tuviese libre albedrío para poder hacer el bien y el mal) en manos del Amo (D”s).
Una vez presentada la familia y los saludos iniciales, Eisav indagó acerca del obsequio que acababa de recibir de Ia’acov. Éste le explicó que se trataba de un gesto para encontrar gracia en sus ojos.
Eisav primero rechazó el presente diciendo que cada uno quedara con sus pertenencias. Ia’acov insistió.
Eisav nuevamente arguyó que no lo necesitaba, ya que él “poseía mucho” (Iesh li rav). Ia’acov, no obstante, perseveró diciéndole que D”s fue bondadoso con él y que por ende, “tenía todo” (Iesh li kol).
¿Qué diferencia hay entre “todo” y “mucho”?
“Mucho” es jactancioso, comparativo y competitivo.
En cambio, “todo” es un absoluto: con mucho o poco - no le falta nada. Nuevamente: “Si D”s lo creyera necesario, me hubiese dado - (más, o menos)”.
Hubo un último intercambio adicional entre Eisav y Ia’acov, cuando Eisav le propuso continuar el viaje juntos. Pero Ia’acov declinó excusándose por el ritmo lento de marcha que requerían sus niños, y el ganado. Eisav insistió con dejar algunos de sus soldados para escoltar a Ia’acov, pero éste nuevamente perseveró en seguir solo.
Ia’acov quería a Eisav - lejos.
No se permitiría dejar engañar. Los caminos se habían bifurcado desde un comienzo, cuando Eisav eligió la vida de caza - y la brecha continuaba ampliándose.
Las bendiciones del padre - ambas con contenido material, servirían a propósitos distintos: en el caso de Ia’acov, sus menesteres terrenales facilitarían su deseo de servir a D”s y estudiar Torá, mientras que para Eisav los bienes materiales están íntimamente ligados a la puja por el poder y su vida con la espada (Bereshit 27:39-40).
Ambas caras de Eisav, la desalmada y sanguinaria - y la dulce y delicada, son igualmente peligrosas. Obviamente, cuando los antisemitas muestran “su verdadera hilacha”, sabemos que estamos en riesgo. La segunda, cordial y amistosa, es doblemente temible. Tras una historia de tantos sufrimientos, innegablemente queremos paz, y ser aceptados por nuestro entorno. Sentimos gratitud hacia aquellos que se muestran como amigos - y muy posiblemente sean sinceros en su actitud.
Pero Eisav no claudicó - aún.
Tristemente, en nuestra sociedad el exquisito “guiso de lentejas” por el que Eisav estuvo dispuesto a vender su primogenitura (que no tenía para él significado alguno por tratarse de obligaciones morales y deberes religiosos) sigue cotizándose más que los preceptos y el estudio…
El ángel desapareció luego de bendecir a Ia’acov, y ahora Ia’acov debía enfrentarse al propio Eisav - el de carne y hueso.
Al avistar a Eisav a lo lejos, Ia’acov dividió a la familia según lo planificado, y corrió hacia él, arrodillándose en el trayecto siete veces. Ante semejante exhibición de servilismo por parte de Ia’acov, Eisav corrió a su encuentro, lo abrazó, lo besó y lloraron.
A continuación, las esposas y los hijos de Ia’acov mostraron su reverencia a Eisav.
La pregunta más llamativa es: ¡¿qué sucedió aquí?! ¡¿qué provocó un cambio de actitud tan radical por parte del belicoso Eisav?!
Hay quienes dicen que el beso de Eisav no fue sincero. Otros opinan que si bien (Halajá) la función y propensión de Eisav es odiar a Ia’acov, D”s modificó su actitud circunstancialmente.
R Iosef Jaim Sonnenfeld sz”l explicó que aun cuando Eisav mantenía la actitud odiosa y violenta, Ia’acov trató de enfocar mentalmente las virtudes de Eisav, y contener sus vicios. Fue aquella actitud de caridad y amor que irradiaba Ia’acov, la que modificó - a su vez - la disposición negativa de Eisav.
Esto nos aporta una lección importante en relación a la actitud a tomar con adversarios para apaciguar situaciones de enfrentamiento.
Pero hay quienes agregan una reflexión adicional:
Ia’acov nunca se arrodilló a Eisav, sino a D”s - pero delante de Eisav.
Eisav - en su vanidad -podía creer que la cortesía estaba dirigida a él.
Ia’acov, no obstante, sabía que Eisav no era más que un títere (aunque tuviese libre albedrío para poder hacer el bien y el mal) en manos del Amo (D”s).
Una vez presentada la familia y los saludos iniciales, Eisav indagó acerca del obsequio que acababa de recibir de Ia’acov. Éste le explicó que se trataba de un gesto para encontrar gracia en sus ojos.
Eisav primero rechazó el presente diciendo que cada uno quedara con sus pertenencias. Ia’acov insistió.
Eisav nuevamente arguyó que no lo necesitaba, ya que él “poseía mucho” (Iesh li rav). Ia’acov, no obstante, perseveró diciéndole que D”s fue bondadoso con él y que por ende, “tenía todo” (Iesh li kol).
¿Qué diferencia hay entre “todo” y “mucho”?
“Mucho” es jactancioso, comparativo y competitivo.
En cambio, “todo” es un absoluto: con mucho o poco - no le falta nada. Nuevamente: “Si D”s lo creyera necesario, me hubiese dado - (más, o menos)”.
Hubo un último intercambio adicional entre Eisav y Ia’acov, cuando Eisav le propuso continuar el viaje juntos. Pero Ia’acov declinó excusándose por el ritmo lento de marcha que requerían sus niños, y el ganado. Eisav insistió con dejar algunos de sus soldados para escoltar a Ia’acov, pero éste nuevamente perseveró en seguir solo.
Ia’acov quería a Eisav - lejos.
No se permitiría dejar engañar. Los caminos se habían bifurcado desde un comienzo, cuando Eisav eligió la vida de caza - y la brecha continuaba ampliándose.
Las bendiciones del padre - ambas con contenido material, servirían a propósitos distintos: en el caso de Ia’acov, sus menesteres terrenales facilitarían su deseo de servir a D”s y estudiar Torá, mientras que para Eisav los bienes materiales están íntimamente ligados a la puja por el poder y su vida con la espada (Bereshit 27:39-40).
Ambas caras de Eisav, la desalmada y sanguinaria - y la dulce y delicada, son igualmente peligrosas. Obviamente, cuando los antisemitas muestran “su verdadera hilacha”, sabemos que estamos en riesgo. La segunda, cordial y amistosa, es doblemente temible. Tras una historia de tantos sufrimientos, innegablemente queremos paz, y ser aceptados por nuestro entorno. Sentimos gratitud hacia aquellos que se muestran como amigos - y muy posiblemente sean sinceros en su actitud.
Pero Eisav no claudicó - aún.
Tristemente, en nuestra sociedad el exquisito “guiso de lentejas” por el que Eisav estuvo dispuesto a vender su primogenitura (que no tenía para él significado alguno por tratarse de obligaciones morales y deberes religiosos) sigue cotizándose más que los preceptos y el estudio…
ENTONCES, SEPÁMOSLE DAR EL JUSTO VALOR A LAS COSAS
¿Quién es una persona materialista? ¿Será el que más posee? ¿o el indigente?
Ninguno de los dos, necesariamente.
“Materialista” es aquel que se identifica con los bienes materiales, es decir que los ve como una extensión de si mismo, en lugar de verlos como meros medios que D”s le brindó para hacer lo que debe. A su vez, es materialista aquel que actúa como si la adquisición y posesión de los medios fuese un fin en si mismo.
En cambio, cuidar los recursos que D”s nos proveyó, es parte de nuestra tarea espiritual. Es por esa razón, que el acaudalado Ia’acov está dispuesto a ir solo, arriesgándose en la mitad de la noche a buscar unas jarritas que quedaron olvidadas por allí. El hecho que sea millonario, no quita al valor que poseen aquellas jarritas.
La dificultad en esta tarea consiste entonces, en aprovechar debidamente estas provisiones. Para expresarlo en otras palabras: los seres humanos, somos administradores de los bienes que se nos confían. Cualquier derroche o malgaste de los fondos, denota un desprecio hacia Quien nos encomendó esta responsabilidad.
El famoso “déme dos”, cuando existió, significaba que gastábamos nuestro dinero en forma arbitraria sin criterio de lo sagrados que eran los recursos que poseíamos. El invertir el dinero que uno posee para comprar algún bien, no depende únicamente de las posibilidades del bolsillo, sino, mucho más, de si lo que se va a comprar realmente es necesario y si es la manera óptima de desembolsar ese medio.
¿Cuánto vale un bolígrafo?Depende de si lo va a utilizar para rascarse la espalda, o si va a escribir una carta a un amigo o si va a tomar nota de palabras de Torá. Un bolígrafo puede entonces valer millones, mientras que tantas y tantas adquisiciones en que dilapidamos nuestros recursos, no valen siquiera una fracción de lo que gastamos (adaptado del comentario de R.Sh.R.Hirsch sz”l).
Sin embargo, los Sabios no terminaron allí su explicación. ¿Cómo están tan seguros los justos que sus pertenencias realmente fueron provistos por el Todopoderoso? “Pues no extienden su mano en robo”.
Los justos tienen la certeza acerca de cada moneda que está en sus manos, que sinceramente les pertenece y que si hubiera alguna duda de si les corresponde legítimamente, no la hubiesen tomado de un principio. Si bien este no es el sitio, existen leyes muy exactas acerca de “Bal Tashjit”, o sea, el no destruir o malgastar las cosas útiles que poseemos.
¿Sociedad de consumo? Quizás para los demás.
Consumir no es una virtud. Es una necesidad, en ciertos casos que lo justifique y con mesura. El hecho que otro quiera vender, no implica que el uno malgaste sus recursos…
Más tarde, la Torá cuenta que Ia’acov llegó “Shalem” (íntegro) a la ciudad de Shjem.
Una de las explicaciones sobre este versículo - (aparte de su connotación corpórea, por superar las secuelas físicas de su lucha con el delegado de Eisav, y espirituales - por no olvidar su estudio) - es que Ia’acov llegó a Shjem sin que le falte algo material a pesar del cuantioso obsequio con el que agasajó a Eisav.
Efectivamente - siempre tenía “todo”.
VERDAD: LO MATERIAL EN FUNCIÓN DE LO REALMENTE VALIOSO
Y, finalmente, juntó todos los bienes que había adquirido en la casa de Laván, los convirtió en un montículo de oro y plata (Kri), y dijo a Eisav: “Tómalo, a cambio de tu espacio en Me’arat haMajpelá (la cueva de sepultura de los patriarcas - Midrash Rabá Shmot 31:17)”.
¿Cuánto valía ese sitio para Ia’acov?
No tenía precio - lo valía todo.
Daniel Oppenheimer
sábado, 21 de noviembre de 2015
Pequeño fuego
Es un pequeño fuego
es tan pequeño, pero
con el poder de destruir una ciudad
sin ella no hay revelación
en la oscuridad
sin ella no habría vida.
miércoles, 18 de noviembre de 2015
Sea honesto… aunque se sienta molesto
Acerca del modo de trabajar, nos dice el Ramba”m (Hil. Sejirut 13:7):
“Del mismo modo en que el empleador debe ser cuidadoso con el pago de jornales a sus empleados, así deben estos ser escrupulosos en no perder tiempo de trabajo."
Ia’acov debió escapar de su casa para protegerse de su hermano Eisav que quería matarlo por llevarse la bendición del padre (que Eisav especulaba sería para él).
Con la recomendación de su madre y la bendición paterna, salió rumbo a la casa de su tío Laván, que vivía en Aram Naharaim (hoy Irak), de donde eran oriundos su madre Rivká, y su abuelo Avraham.
En el al camino - al pasar por el sitio en el que su padre Itzjak había sido ofrecido en la Akeidá - Ia’acov recibió en sus sueńos una bendición y una promesa de protección de parte del Todopoderoso.
Efectivamente, lo que le aguardaba en casa de su tío Laván no sería fácil ni simple, tanto a nivel material como en el sentido espiritual, pues Laván era un “profesional del engańo”.
El propósito manifiesto de Ia’acov - sin embargo - era cumplir con la orden de su padre Itzjak: casarse con una de sus primas.
Después de un mes de trabajar en forma voluntaria y gratuita en casa de Laván, éste le ofreció un pago.
Ia’acov propuso entonces trabajar siete ańos cuidando el ganado del tío, para casarse con Rajel, su prima. El tío aceptó sin titubear (parece ser buen negocio el hecho de no tener que aportar dote y que - además - trabajen por casarse con su hija). Al cabo de los siete ańos - en la misma noche de bodas, - engańó a Ia’acov y lo casó con Lea, su otra hija.
żCómo sucedió eso?
Laván tomó a su hija Leá en lugar de Rajel y la condujo al casamiento, vestida de novia y, por supuesto, con velo sobre el rostro.
Recién al otro día, Ia’acov notó que era Leá. No nos extrańa de Laván, pues ya sabemos que era mentiroso y pudo así lograr que Ia’acov trabaje para él siete ańos adicionales gratis…(por Rajel).
żY Rajel - dónde estaba?
Dicen los Sabios (Bava Batra 123.), que Rajel colaboró con el deshonesto plan del cual se enteró a último momento, a pesar de que podría temer que Ia’acov se enojara y renunciara a casarse con ella por haber colaborado en la artimańa.
Sabiendo que el padre era embustero, Ia’acov y Rajel habían pactado contraseńas previamente para darse a conocer y evitar así los potenciales ardides de Laván.
Sin embargo, cuando se sucedieron los hechos y Rajel vio que conducían a su propia hermana Leá, dijo para sí: “Ahora mi hermana va a sufrir vergüenza”.
De inmediato, transmitió a Leá la información acordada con Ia’acov a su hermana y la salvó de ridiculizarse públicamente.
Luego de las protestas de Ia’acov, Laván “se acordó” de decirle que, la costumbre local, era que no se casaba la hermana menor antes que la mayor…
żQué sucedería ahora con Rajel?
Para Laván eso no representaba un problema. Se la daría también a Ia’acov por el (módico precio) del trabajo de los próximos siete ańos. Ia’acov, aun con todo lo que había sucedido, aceptó. Uno hubiese pensado que los segundos siete ańos impuestos por su tío-suegro, los hubiese cumplido refunfuńando, o al menos con menor ahínco que los primeros, que habían sido sugeridos por él mismo.
Sin embargo, los Sabios comparan ambos períodos: “así como los iniciales fueron con lealtad, igualmente lo fueron los últimos” (Midrash Rabá, Bereshit 70:20).
Transcurrieron los otros siete ańos. Ia’acov ahora quería regresar con su familia - que ya contaba con once hijos - a la casa de su padre en Cna’an. Pero Lavan no estaba dispuesto a perder un empleado tan eficiente y - finalmente - ofreció una remuneración material por el trabajo de Ia’acov.
Aun así, Laván no perdió oportunidad de seguir intentando aprovecharse de la benevolencia y del espíritu trabajador de su sobrino. Corrieron otros seis ańos en los que Ia’acov trabajaría por un sueldo que surgiría a partir del aspecto (color de las manchas del cuero) de la cría que tendrían los animales del rebańo de Laván desde aquel momento en adelante.
Pero, cuenta la Torá, cuando Laván advirtió que Ia’acov prosperaba gradualmente, no toleró que a su yerno “le vaya bien”, lo engańó y le modificó las condiciones de pago decenas de veces.
Mantener la paciencia en tal situación, es más de lo que la mayoría de nosotros estaríamos dispuestos a aceptar. La traición, más aun viniendo de un tío-suegro, nos haría “explotar” en cualquier instante.
En conclusión, llegó el momento impostergable de irse. La situación “no daba para más” y había quedado pendiente la promesa de Ia’acov a la que se obligó al salir de casa dar el diezmo cuando prosperara y el precepto de estar cerca de su padre para respetarlo.
A su vez, D”s ordenó a Ia’acov que vuelva a su tierra natal, lo cual él refrendó comunicándoselo a sus esposas.
“Uds. saben que con toda mi fuerza serví a vuestro padre. Sin embargo, él se burló de mí y modificó mi sueldo decenas de veces, pero D”s no permitió que me pueda causar dańo…” (Bereshit 31:7).
De inmediato, ambas - Rajel y Leá - asintieron decisivamente.
Ia’acov, quien a esta altura de los acontecimientos, sabía “con qué bueyes araba”, reunió a su familia y emprendió el viaje, mientras Laván se hallaba en el campo esquilando sus ovejas.
Pero la familia de Ia’acov no llegó a transitar mucho.
Con la recomendación de su madre y la bendición paterna, salió rumbo a la casa de su tío Laván, que vivía en Aram Naharaim (hoy Irak), de donde eran oriundos su madre Rivká, y su abuelo Avraham.
En el al camino - al pasar por el sitio en el que su padre Itzjak había sido ofrecido en la Akeidá - Ia’acov recibió en sus sueńos una bendición y una promesa de protección de parte del Todopoderoso.
Efectivamente, lo que le aguardaba en casa de su tío Laván no sería fácil ni simple, tanto a nivel material como en el sentido espiritual, pues Laván era un “profesional del engańo”.
El propósito manifiesto de Ia’acov - sin embargo - era cumplir con la orden de su padre Itzjak: casarse con una de sus primas.
Después de un mes de trabajar en forma voluntaria y gratuita en casa de Laván, éste le ofreció un pago.
Ia’acov propuso entonces trabajar siete ańos cuidando el ganado del tío, para casarse con Rajel, su prima. El tío aceptó sin titubear (parece ser buen negocio el hecho de no tener que aportar dote y que - además - trabajen por casarse con su hija). Al cabo de los siete ańos - en la misma noche de bodas, - engańó a Ia’acov y lo casó con Lea, su otra hija.
żCómo sucedió eso?
Laván tomó a su hija Leá en lugar de Rajel y la condujo al casamiento, vestida de novia y, por supuesto, con velo sobre el rostro.
Recién al otro día, Ia’acov notó que era Leá. No nos extrańa de Laván, pues ya sabemos que era mentiroso y pudo así lograr que Ia’acov trabaje para él siete ańos adicionales gratis…(por Rajel).
żY Rajel - dónde estaba?
Dicen los Sabios (Bava Batra 123.), que Rajel colaboró con el deshonesto plan del cual se enteró a último momento, a pesar de que podría temer que Ia’acov se enojara y renunciara a casarse con ella por haber colaborado en la artimańa.
Sabiendo que el padre era embustero, Ia’acov y Rajel habían pactado contraseńas previamente para darse a conocer y evitar así los potenciales ardides de Laván.
Sin embargo, cuando se sucedieron los hechos y Rajel vio que conducían a su propia hermana Leá, dijo para sí: “Ahora mi hermana va a sufrir vergüenza”.
De inmediato, transmitió a Leá la información acordada con Ia’acov a su hermana y la salvó de ridiculizarse públicamente.
Luego de las protestas de Ia’acov, Laván “se acordó” de decirle que, la costumbre local, era que no se casaba la hermana menor antes que la mayor…
żQué sucedería ahora con Rajel?
Para Laván eso no representaba un problema. Se la daría también a Ia’acov por el (módico precio) del trabajo de los próximos siete ańos. Ia’acov, aun con todo lo que había sucedido, aceptó. Uno hubiese pensado que los segundos siete ańos impuestos por su tío-suegro, los hubiese cumplido refunfuńando, o al menos con menor ahínco que los primeros, que habían sido sugeridos por él mismo.
Sin embargo, los Sabios comparan ambos períodos: “así como los iniciales fueron con lealtad, igualmente lo fueron los últimos” (Midrash Rabá, Bereshit 70:20).
Transcurrieron los otros siete ańos. Ia’acov ahora quería regresar con su familia - que ya contaba con once hijos - a la casa de su padre en Cna’an. Pero Lavan no estaba dispuesto a perder un empleado tan eficiente y - finalmente - ofreció una remuneración material por el trabajo de Ia’acov.
Aun así, Laván no perdió oportunidad de seguir intentando aprovecharse de la benevolencia y del espíritu trabajador de su sobrino. Corrieron otros seis ańos en los que Ia’acov trabajaría por un sueldo que surgiría a partir del aspecto (color de las manchas del cuero) de la cría que tendrían los animales del rebańo de Laván desde aquel momento en adelante.
Pero, cuenta la Torá, cuando Laván advirtió que Ia’acov prosperaba gradualmente, no toleró que a su yerno “le vaya bien”, lo engańó y le modificó las condiciones de pago decenas de veces.
Mantener la paciencia en tal situación, es más de lo que la mayoría de nosotros estaríamos dispuestos a aceptar. La traición, más aun viniendo de un tío-suegro, nos haría “explotar” en cualquier instante.
En conclusión, llegó el momento impostergable de irse. La situación “no daba para más” y había quedado pendiente la promesa de Ia’acov a la que se obligó al salir de casa dar el diezmo cuando prosperara y el precepto de estar cerca de su padre para respetarlo.
A su vez, D”s ordenó a Ia’acov que vuelva a su tierra natal, lo cual él refrendó comunicándoselo a sus esposas.
“Uds. saben que con toda mi fuerza serví a vuestro padre. Sin embargo, él se burló de mí y modificó mi sueldo decenas de veces, pero D”s no permitió que me pueda causar dańo…” (Bereshit 31:7).
De inmediato, ambas - Rajel y Leá - asintieron decisivamente.
Ia’acov, quien a esta altura de los acontecimientos, sabía “con qué bueyes araba”, reunió a su familia y emprendió el viaje, mientras Laván se hallaba en el campo esquilando sus ovejas.
Pero la familia de Ia’acov no llegó a transitar mucho.
Laván lo persiguió, con la intención de eliminar a toda la familia (que incluía a sus propias hijas y nietos) - y hasta los amenazó encubiertamente, advirtiéndoles que estaba en su derecho hacerlo… si no fuese porque D”s le amonestó la noche anterior que no tocara la familia de Ia’acov.
Sin embargo, las palabras - siempre falaces - de Laván cuando alcanza a Ia’acov son las de un pobre abuelo dolido e injuriado porque no se le dio la oportunidad de despedirse decorosamente de sus hijas y nietos…(Bereshit 31:27).
Rajel, por su lado y sin contarle nada a su marido, había quitado las estatuillas de la casa de su padre para apartar a este de la idolatría, razón por la cual Laván ahora revisó todos los bultos con las pertenencias de Ia’acov y su familia, a fin de cerciorarse si habían llevado algo de su casa.
En veinte ańos de convivencia, es imposible que no se hubieran mezclado algunos utensilios de una familia con los de la otra (R.Sh.R. Hirsch sz”l)…
Sin embargo, la pesquisa dio resultado negativo. ˇNo hubo nada ajeno!
Una vez concluida esta investigación humillante, le tocó el turno a Ia’acov de enojarse. “Va’ijar leIa’acov” (y Ia’acov se enojó).
żQué le dijo a Laván?
Sinceramente, le podía haber dicho de todo y con justa razón. Sin embargo, no hubo nada de eso.
“żCuál es mi infracción y mi pecado, que me estás persiguiendo? Buscaste entre todos mis utensilios…żQué encontraste de lo que te pertenece...?
Sin embargo, las palabras - siempre falaces - de Laván cuando alcanza a Ia’acov son las de un pobre abuelo dolido e injuriado porque no se le dio la oportunidad de despedirse decorosamente de sus hijas y nietos…(Bereshit 31:27).
Rajel, por su lado y sin contarle nada a su marido, había quitado las estatuillas de la casa de su padre para apartar a este de la idolatría, razón por la cual Laván ahora revisó todos los bultos con las pertenencias de Ia’acov y su familia, a fin de cerciorarse si habían llevado algo de su casa.
En veinte ańos de convivencia, es imposible que no se hubieran mezclado algunos utensilios de una familia con los de la otra (R.Sh.R. Hirsch sz”l)…
Sin embargo, la pesquisa dio resultado negativo. ˇNo hubo nada ajeno!
Una vez concluida esta investigación humillante, le tocó el turno a Ia’acov de enojarse. “Va’ijar leIa’acov” (y Ia’acov se enojó).
żQué le dijo a Laván?
Sinceramente, le podía haber dicho de todo y con justa razón. Sin embargo, no hubo nada de eso.
“żCuál es mi infracción y mi pecado, que me estás persiguiendo? Buscaste entre todos mis utensilios…żQué encontraste de lo que te pertenece...?
En todo el discurso de Ia’acov, no percibimos una sola palabra de recriminación. Únicamente se defendió de la actitud que tomó Laván y nada más. Para nuestros parámetros, eso parecería ser una posición débil - pero no para la Torá.
“Se reconoce a la persona “be’kisó, be’kosó u’vka’asó” - a través de su bolsillo (cómo utiliza - o malgasta - su dinero), de su copa (cómo bebe y come) y de su enojo (por qué cosas se enfada y cómo controla su ira).”
Es más, no solo se da a conocer el carácter de la persona, sino que se considera una de las virtudes más sublimes el poder dominarse en momentos de adversidad.
“El mundo no se mantiene, sino por aquellos que saben callar en momentos de peleas” (Julín 89:).
Ia’acov siguió hablando:
“Se reconoce a la persona “be’kisó, be’kosó u’vka’asó” - a través de su bolsillo (cómo utiliza - o malgasta - su dinero), de su copa (cómo bebe y come) y de su enojo (por qué cosas se enfada y cómo controla su ira).”
Es más, no solo se da a conocer el carácter de la persona, sino que se considera una de las virtudes más sublimes el poder dominarse en momentos de adversidad.
“El mundo no se mantiene, sino por aquellos que saben callar en momentos de peleas” (Julín 89:).
Ia’acov siguió hablando:
“Son veinte ańos que he estado trabajando para ti. En todo este tiempo, jamás tus cabras o tus ovejas perdieron su cría, ni consumí alguno de tus carneros. Tampoco traje un animal que hubiera sido atacado por fieras salvajes, yo me hice cargo de todo ello - si restara algo de día o de noche. Todo esto lo hice aun bajo condiciones sofocantes del calor del día, o de congelamiento de noche, de modo que se me escapara el sueńo de mis ojos…
Trabajé catorce ańos por tus dos hijas, y seis ańos por tu ganado… - y, aun así, me engańaste repetidamente…
Si no fuera por el temor que infundió el D”s de mis padres, me hubieses dejado ir con las manos vacías - mi maltrato y el esfuerzo de mis manos ha observado D”s, y por ese motivo te reprendió anoche” (Bereshit 31:41).
“Más valioso es el esfuerzo del trabajo honesto - que el crédito por los méritos de los antepasados, pues mientras el mérito de los padres de Ia’acov sirvió para salvar su patrimonio (de manos de Laván), su trabajo honesto le asistió en salvar su vida”
(Midrash Rabá, Bereshit 74:12).
De nuestro patriarca Ia’acov, quien sostuvo una conducta proba frente al engańo continuo, cumpliendo su tarea con honestidad, aprendemos una de las lecciones de vida más nobles.
Obviamente, todo esto depende de la actitud que uno tenga hacia el trabajo, el esmero y la responsabilidad en general. Los “miembros de la nobleza” de la Edad Media (y si se quiere, incluso hasta la actualidad) sostenían que trabajar era algo que se limitaba a los sirvientes. Ellos pasaban sus días practicando duelos, caza de animales y celebrando fiestas y orgías…
Compartamos la siguiente conversación entre Jacky y Sandra, a fin de tomar conciencia de qué estamos hablando:
-“ˇHola Sandra! żcómo estás?”
-“ˇBien, Jacky, sos una ídola, gracias por llamar! ży vos, cómo andás…? Justito te iba a llamar yo. Me acordé de vos anoche en la fiesta de Yanina, terminó retarde y estoy molida, me estalla la cabeza... llegué otra vez retarde al trabajo y no tengo fuerza ni ganas para trabajar…. Y dime… żcómo van esos preparativos para tu casamiento?”
-“Me estoy volviendo loca, porque no doy a basto para hacer todo... el vestido todavía no está listo, el departamento no lo entregan, así que no sabemos dónde vamos a vivir, las tarjetas de invitación salieron mal y hay que hacerlas de vuelta, todo sale al revés… al trabajo voy día por medio y mi patrón no está de acuerdo que falte, porque dice que las cosas quedan hechas por la mitad…”
-“Bueno, che, no es para tanto, él también tiene que entender que uno no se casa todos los días….”
-“…”
-“…”
-“Bueno, Jacky, chau. Voy a colgar en cualquier momento, porque está por entrar mi jefe, y dice que hablo mucho por teléfono y aparte tengo una fila de gente esperando que la atienda y creo que acá necesitan el teléfono, mańana te llamo a esta hora, ˇun beso!”.
żMalas intenciones? żHablar a espaldas de otros? żLashón Hará? Puede no serlo. Hay otra dificultad aquí que está relacionada con la honestidad. Es la ética del empleo.
żTienen Sandra y Jacky derecho a estar conversando sobre sus temas particulares en la hora del trabajo desde el teléfono del lugar de su empleo? żPueden acostarse tarde de noche y que “la cabeza le esté estallando al día siguiente”?
żO “faltar día por medio por sus preparativos para el casamiento”? Sin duda que no.
Es verdad. No son las únicas que lo hacen. Lo cual no significa que esté bien.
Aparte de todo - están los descargos...:
“żquién es el empleador para quejarse del hecho que ellas se tomen unos minutos para refrescarse y despabilarse?”
“ˇSi quiere ser honesto, pues entonces que comience consigo mismo! ˇque pague puntual, que cumpla él con todo lo que prometió!”
Nunca faltan excusas para no cumplir diligentemente con las obligaciones laborales, pero eso - tal como aprendemos de Ia’acov - no modifica la ley.
Acerca del modo de trabajar, nos dice el Ramba”m (Hil. Sejirut 13:7):
“Del mismo modo en que el empleador debe ser cuidadoso con el pago de jornales a sus empleados, así deben estos ser escrupulosos en no perder tiempo de trabajo.
Y mira hasta qué punto los Sabios fueron puntillosos en este tema, que hasta lo liberaron (al empleado) de la cuarta bendición del Bircat HaMazón (que a diferencia de las primeras tres es de orden rabínico y que se recitan después de comer - cuando se alimentó durante sus horas de trabajo)” - para que no distraiga del tiempo de su jornada de trabajo.
Debe el empleado trabajar con toda su dedicación, tal como la Torá refiere respecto a Ia’acov, el justo (cuando le dice a sus esposas que quiere volver a casa): ‘pues con toda mi fuerza trabajé para vuestro padre’.
Es por eso que Ia’acov recibió su recompensa también en este mundo, tal como está escrito: ‘Y se expandió el hombre (Ia’acov) mucho’.
Existen más citas de los Sabios al respecto, p.ej.: “más severo es el robo a un particular que el robo al Santuario...”.
Positivamente, el detalle de estas leyes es más complejo que lo que pueda abarcar esta gacetilla, pero es bueno saber que estas leyes existen y que, así como la Torá protege los derechos del empleado (de cobrar su sueldo puntualmente, poder comer de lo que está produciendo, indemnización en caso de despido, etc.), también es muy estricta respecto a su trabajo honesto”, con toda su dedicación”.
Muchas de estas normas dependen de las leyes y costumbres del lugar y de aquello que se pactó al comenzar la relación laboral.
En caso de diferencias entre las partes, deben acudir a un rabino competente en estos temas para resolver la disputa. Pero más allá de eso, el empleado, como Ia’acov Avinu lo demostró, no debe mermar del rendimiento óptimo de su capacidad.
Trabajé catorce ańos por tus dos hijas, y seis ańos por tu ganado… - y, aun así, me engańaste repetidamente…
Si no fuera por el temor que infundió el D”s de mis padres, me hubieses dejado ir con las manos vacías - mi maltrato y el esfuerzo de mis manos ha observado D”s, y por ese motivo te reprendió anoche” (Bereshit 31:41).
“Más valioso es el esfuerzo del trabajo honesto - que el crédito por los méritos de los antepasados, pues mientras el mérito de los padres de Ia’acov sirvió para salvar su patrimonio (de manos de Laván), su trabajo honesto le asistió en salvar su vida”
(Midrash Rabá, Bereshit 74:12).
De nuestro patriarca Ia’acov, quien sostuvo una conducta proba frente al engańo continuo, cumpliendo su tarea con honestidad, aprendemos una de las lecciones de vida más nobles.
Obviamente, todo esto depende de la actitud que uno tenga hacia el trabajo, el esmero y la responsabilidad en general. Los “miembros de la nobleza” de la Edad Media (y si se quiere, incluso hasta la actualidad) sostenían que trabajar era algo que se limitaba a los sirvientes. Ellos pasaban sus días practicando duelos, caza de animales y celebrando fiestas y orgías…
Compartamos la siguiente conversación entre Jacky y Sandra, a fin de tomar conciencia de qué estamos hablando:
-“ˇHola Sandra! żcómo estás?”
-“ˇBien, Jacky, sos una ídola, gracias por llamar! ży vos, cómo andás…? Justito te iba a llamar yo. Me acordé de vos anoche en la fiesta de Yanina, terminó retarde y estoy molida, me estalla la cabeza... llegué otra vez retarde al trabajo y no tengo fuerza ni ganas para trabajar…. Y dime… żcómo van esos preparativos para tu casamiento?”
-“Me estoy volviendo loca, porque no doy a basto para hacer todo... el vestido todavía no está listo, el departamento no lo entregan, así que no sabemos dónde vamos a vivir, las tarjetas de invitación salieron mal y hay que hacerlas de vuelta, todo sale al revés… al trabajo voy día por medio y mi patrón no está de acuerdo que falte, porque dice que las cosas quedan hechas por la mitad…”
-“Bueno, che, no es para tanto, él también tiene que entender que uno no se casa todos los días….”
-“…”
-“…”
-“Bueno, Jacky, chau. Voy a colgar en cualquier momento, porque está por entrar mi jefe, y dice que hablo mucho por teléfono y aparte tengo una fila de gente esperando que la atienda y creo que acá necesitan el teléfono, mańana te llamo a esta hora, ˇun beso!”.
żMalas intenciones? żHablar a espaldas de otros? żLashón Hará? Puede no serlo. Hay otra dificultad aquí que está relacionada con la honestidad. Es la ética del empleo.
żTienen Sandra y Jacky derecho a estar conversando sobre sus temas particulares en la hora del trabajo desde el teléfono del lugar de su empleo? żPueden acostarse tarde de noche y que “la cabeza le esté estallando al día siguiente”?
żO “faltar día por medio por sus preparativos para el casamiento”? Sin duda que no.
Es verdad. No son las únicas que lo hacen. Lo cual no significa que esté bien.
Aparte de todo - están los descargos...:
“żquién es el empleador para quejarse del hecho que ellas se tomen unos minutos para refrescarse y despabilarse?”
“ˇSi quiere ser honesto, pues entonces que comience consigo mismo! ˇque pague puntual, que cumpla él con todo lo que prometió!”
Nunca faltan excusas para no cumplir diligentemente con las obligaciones laborales, pero eso - tal como aprendemos de Ia’acov - no modifica la ley.
Acerca del modo de trabajar, nos dice el Ramba”m (Hil. Sejirut 13:7):
“Del mismo modo en que el empleador debe ser cuidadoso con el pago de jornales a sus empleados, así deben estos ser escrupulosos en no perder tiempo de trabajo.
Y mira hasta qué punto los Sabios fueron puntillosos en este tema, que hasta lo liberaron (al empleado) de la cuarta bendición del Bircat HaMazón (que a diferencia de las primeras tres es de orden rabínico y que se recitan después de comer - cuando se alimentó durante sus horas de trabajo)” - para que no distraiga del tiempo de su jornada de trabajo.
Debe el empleado trabajar con toda su dedicación, tal como la Torá refiere respecto a Ia’acov, el justo (cuando le dice a sus esposas que quiere volver a casa): ‘pues con toda mi fuerza trabajé para vuestro padre’.
Es por eso que Ia’acov recibió su recompensa también en este mundo, tal como está escrito: ‘Y se expandió el hombre (Ia’acov) mucho’.
Existen más citas de los Sabios al respecto, p.ej.: “más severo es el robo a un particular que el robo al Santuario...”.
Positivamente, el detalle de estas leyes es más complejo que lo que pueda abarcar esta gacetilla, pero es bueno saber que estas leyes existen y que, así como la Torá protege los derechos del empleado (de cobrar su sueldo puntualmente, poder comer de lo que está produciendo, indemnización en caso de despido, etc.), también es muy estricta respecto a su trabajo honesto”, con toda su dedicación”.
Muchas de estas normas dependen de las leyes y costumbres del lugar y de aquello que se pactó al comenzar la relación laboral.
En caso de diferencias entre las partes, deben acudir a un rabino competente en estos temas para resolver la disputa. Pero más allá de eso, el empleado, como Ia’acov Avinu lo demostró, no debe mermar del rendimiento óptimo de su capacidad.
No debe, de manera unilateral, tomar un trabajo adicional que le quite fuerza y la concentración de un empleo previo. No debe llegar tarde al trabajo ni atender a asuntos particulares cuando le están pagando para que se dedique a la empresa del empleador. No debe llegar cansado ni en ayunas al trabajo.
Debe cuidar los recursos y la mercadería que se le dan, para no malgastarlos y cuidar que el producto sea bueno.
Debe cuidar los recursos y la mercadería que se le dan, para no malgastarlos y cuidar que el producto sea bueno.
Las huelgas no siempre están permitidas, y menos, el cobro de haberes por los días no trabajados. Peor aun son las huelgas “de brazos caídos”, pues es difícil cuantificar el dańo ocasionado, más así, cuando la falta de dedicación de un empleado impide que otros, que dependen de su accionar, puedan seguir trabajando adecuadamente.
Rav Iosef Henkin sz”l fue por muchos ańos el administrador de “Ezrat Torá” (una organización de caridad de Nueva York). Llevaba escrupulosamente un cuaderno en el cual anotaba los momentos que “quitó al trabajo” para atender un llamado particular y así no recibir sueldo por esos minutos...
Puede ser que no seamos aún ni Ia’acov Avinu, ni Rav Iosef Henkin sz”l y que nos falte mucho para serlo. Sin embargo, decimos ser honestos. Honesto es más de lo que pensamos. La Torá es exigente al respecto y, si no somos Ia’acov, al menos aspiremos a serlo.
Después de pactar con Laván que no se agredirían mutuamente, Ia’acov siguió el viaje con su familia rumbo a la tierra de C’naan.
En el camino de ida hacia Aram Naharaim, Ia’acov había sońado con ángeles que subían y bajaban por una escalera que alcanzaba el cielo. En aquella oportunidad el versículo de la Torá nos adelanta que “(Ia’acov) se encontró con el lugar…” (Bereshit 28:11).
Ahora en el camino de regreso, nuevamente hubo un cruce con ángeles. Sin embargo, en esta oportunidad, “los ángeles lo encontraron a él (Ia’acov - Bereshit 32:2)”.
El panorama se había revertido. A su marcha de partida, Ia’acov estaba solo y quedó impresionado por el significado del acompańamiento de los ángeles.
En esta nueva coyuntura, fueron los ángeles quienes acudieron a la cita, esta vez impresionados ellos por el cuadro de una familia ordenada y bien educada como la de Ia’acov (en quienes no había duplicidad alguna - Shabat 146.), que fue criada en circunstancias moralmente adversas - como la casa de Laván, y, sin embargo, siguieron los lineamientos del padre y del abuelo (R.Sh.R. Hirsch sz”l).
Rav Iosef Henkin sz”l fue por muchos ańos el administrador de “Ezrat Torá” (una organización de caridad de Nueva York). Llevaba escrupulosamente un cuaderno en el cual anotaba los momentos que “quitó al trabajo” para atender un llamado particular y así no recibir sueldo por esos minutos...
Puede ser que no seamos aún ni Ia’acov Avinu, ni Rav Iosef Henkin sz”l y que nos falte mucho para serlo. Sin embargo, decimos ser honestos. Honesto es más de lo que pensamos. La Torá es exigente al respecto y, si no somos Ia’acov, al menos aspiremos a serlo.
Después de pactar con Laván que no se agredirían mutuamente, Ia’acov siguió el viaje con su familia rumbo a la tierra de C’naan.
En el camino de ida hacia Aram Naharaim, Ia’acov había sońado con ángeles que subían y bajaban por una escalera que alcanzaba el cielo. En aquella oportunidad el versículo de la Torá nos adelanta que “(Ia’acov) se encontró con el lugar…” (Bereshit 28:11).
Ahora en el camino de regreso, nuevamente hubo un cruce con ángeles. Sin embargo, en esta oportunidad, “los ángeles lo encontraron a él (Ia’acov - Bereshit 32:2)”.
El panorama se había revertido. A su marcha de partida, Ia’acov estaba solo y quedó impresionado por el significado del acompańamiento de los ángeles.
En esta nueva coyuntura, fueron los ángeles quienes acudieron a la cita, esta vez impresionados ellos por el cuadro de una familia ordenada y bien educada como la de Ia’acov (en quienes no había duplicidad alguna - Shabat 146.), que fue criada en circunstancias moralmente adversas - como la casa de Laván, y, sin embargo, siguieron los lineamientos del padre y del abuelo (R.Sh.R. Hirsch sz”l).
Daniel Oppenheimer
El trabajo honesto
“Más valioso es el esfuerzo del trabajo honesto - que el crédito por los méritos de los antepasados, pues mientras el mérito de los padres de Ia’acov sirvió para salvar su patrimonio (de manos de Laván), su trabajo honesto le asistió en salvar su vida”
(Midrash Rabá, Bereshit 74:12).
(Midrash Rabá, Bereshit 74:12).
lunes, 9 de noviembre de 2015
Hacer el bien
Si tu haces un daño tarde o temprano alguien te lo va hacer a ti, lo mismo sucede cuando haces un acto de bondad, haz un acto de bondad y un día la vida te corresponderá.
Basado en Mishlei -Shlomo HaMelej-
Yrat Shamaim
No es posible adentrarse y desentrañar los secretos superiores sin antes haber construido (en nuestro interior) el temor del Cielo (Yrat Shamaim), porque sólo entonces así será posible abordar, ahondar en los temas esplendorosos de la Torá. De lo contrario, se estará tocando algo que será cual una llama ardiente, como un cuchillo de doble filo. Si observamos esta verdad, vemos que es aterrador; aun tratándose de espiar a través de un pequeño orificio. No es un pasa tiempo (una moda pasajera).
viernes, 6 de noviembre de 2015
Ari”zal
“Mi maestro, de bendita memoria, solía decir respecto a aquella persona muy inteligente
y de agudo ingenio en el estudio del Talmud, que es bueno para ella una o dos horas por
día y no más – para quebrar las klipot, las cáscaras. Pero respecto de la persona que
tiene dificultad con el estudio profundo del Talmud, es mejor probar el interior de la
cosa, por ejemplo de la fruta, antes que las klipot”.
Del Ari”zal (Rabí Itzjak Luria Ashkenazi)
El Ramjal
“A través del mérito de estudiar este libro, el Zohar, la nación judía saldrá del exilio de
una forma misericordiosa”.
jueves, 5 de noviembre de 2015
La base del servicio y el temor
Derej Jojmá
Rabí Moshé Jaim Luzzatto
De las palabras del erudito Iejezkel Serna, se aprecia que Ramjal era un hombre muy capaz e inteligente, profundo investigador, y poseedor de una inspiración sublime. Por eso descubrió los tesoros ocultos que estaban escondido en esta magnífica enseñanza talmúdica impartida por Rabí Pinjas, el hijo de Iair, la cual abrió y explicó paso por paso, detalle por detalle, no dejando nada sin analizar y abrir.
Rabí Moshé Jaim Luzzatto
De las palabras del erudito Iejezkel Serna, se aprecia que Ramjal era un hombre muy capaz e inteligente, profundo investigador, y poseedor de una inspiración sublime. Por eso descubrió los tesoros ocultos que estaban escondido en esta magnífica enseñanza talmúdica impartida por Rabí Pinjas, el hijo de Iair, la cual abrió y explicó paso por paso, detalle por detalle, no dejando nada sin analizar y abrir.
¿Y quién era Rabí Pinjas, el hijo de Iair y cuál fue la gran enseñanza que impartió?
En el Talmud se narra que Rabí Pinjas, el hijo de Iair, marchaba para cumplir el precepto de rescatar a unos cautivos, y en medio del camino se topó con el río Ginai.
Rabí Pinjas, el hijo de Iair, le dijo al río:
¡Ginai: divide para mí tus aguas y te atravesaré!
El río le dijo:
Tú vas a hacer la voluntad de tu Amo, y yo voy a hacer la voluntad de mi Amo.
Sin embargo, en cuanto a ti, es dudoso si lo harás o no lo harás, pues tal vez no puedas cumplir con el precepto de rescatar a los cautivos, pero yo, ciertamente que lo haré, cumpliré con el precepto de hacer fluir mis aguas hacia el mar. Por tal razón, no es correcto que divida mis aguas ante ti. (1)
Rabí Pinjas, el hijo de Iair, le dijo:
Si tú no divides tus aguas, decretaré sobre ti que las aguas no vuelvan a pasar por ti jamás. Al oír eso, el río dividió sus aguas para que él pasara. En ese lugar se hallaba también un hombre que llevaba trigo para elaborar pan ácimo para la festividad de Pesaj, y también debía atravesar el río.
Rabí Pinjas, el hijo de Iair, le dijo al río:
Divide tus aguas también para él, pues también él se ocupa de un precepto. Entonces el río dividió sus aguas para que también él pasara.
En ese sitio se encontraba, además, un comerciante árabe que marchaba con ellos. Rabí Pinjas, el hijo de Iair, le dijo al río: Divide tus aguas también para él, para que las personas no digan: «¿Así se comportan con los acompañantes?». Entonces el río dividió sus aguas para que también él pasara.
Dijo Rabí Iosef acerca de Rabí Pinjas, el hijo de Iair: Cuán importante era ese hombre, más que Moshé y los seiscientos mil hombres que salieron de Egipto. Pues en el caso de Moshé, y los Hijos de Israel que cruzaron con él, el Mar de Cañas se partió una vez, (2) y en el caso de Rabí Pinjas, el hijo de Iair, el río se partió tres veces.
(1) Es decir: tú vas a cumplir con el precepto de rescatar a los cautivos, y yo voy a cumplir con el precepto de hacer fluir mis aguas hacia el mar. Pues todos los ríos desembocan en el mar por decreto del Rey supremo, El Santo, Bendito Sea. Como está escrito: «Todos los ríos van al mar, y el mar no se llena; al lugar de donde los ríos vinieron, allí vuelven para correr de nuevo» (Eclesiastés 1:7).
(2) Como está escrito: «Moshé extendió su mano sobre el mar y El Eterno agitó el mar con un fuerte viento solano toda la noche, y corrió el mar a tierra húmeda, y las aguas se partieron. Los Hijos de Israel entraron al mar, sobre tierra seca; y el agua era un muro para ellos, a su derecha y a su izquierda (Éxodo 14:20-21).
El Motor del Universo
La felicidad así como lo es el amor es el motor que mueve al universo, cuyos engranajes son lubricados con el fino aceite Divino de la Torá, Lo que realmente mueve nuestra realidad y le da sentido -proposito a nuestra vida-
miércoles, 4 de noviembre de 2015
La voz de nuestros niños
La Cábala nos ilustra sobre la manifestación de la sabiduría de los padres en los hijos.
La voz de los hijos nuestros niños que hablan palabras de la Torá.
Al estar por debajo de la edad de la madurez, los niños no son responsables de sus actos, y por lo tanto están libres de pecado. Las palabras de la Torá que emanan de sus labios puros, por tanto, generan un mérito tal como para justificar el soporte del mundo, a pesar de sus pecados.
Y debido a estos jóvenes del mundo (judío), el mundo se salva. Niños bien instruidos por sus padres en el amor por su identidad, su Torá, a (Dí-s).
Relacionado con ellos, dice el versículo, "Aretes de oro te haremos con inserciones de plata" (Cantares 1:11), porque estos son los niños, los jóvenes, los muchachos, como está escrito: "Harás dos querubines de oro ". (Ex. 25:18)
Al estar por debajo de la edad de la madurez, los niños no son responsables de sus actos, y por lo tanto están libres de pecado. Las palabras de la Torá que emanan de sus labios puros, por tanto, generan un mérito tal como para justificar el soporte del mundo, a pesar de sus pecados.
Y debido a estos jóvenes del mundo (judío), el mundo se salva. Niños bien instruidos por sus padres en el amor por su identidad, su Torá, a (Dí-s).
Relacionado con ellos, dice el versículo, "Aretes de oro te haremos con inserciones de plata" (Cantares 1:11), porque estos son los niños, los jóvenes, los muchachos, como está escrito: "Harás dos querubines de oro ". (Ex. 25:18)
lunes, 2 de noviembre de 2015
Ven, bendito de Dios - Parashat Jaiei Sará
En la Parashat Jaiei Sará, La Vida de Sará, está la historia de Eliezer
el sirviente de Abraham, que fue enviado por Abraham nuestro patriarca
a encontrar una mujer para Itzjak, el hijo de Abraham. Esta unión, en
cierto sentido es el más importante de toda la Torá, la pareja de
Itzjak y Rivká, como está explicado al final de Likutei Torá. Allí el
Admur Hazakén explica que es la conexión esencial de מ"ה y ב"ן , Mah y Ban, los aspectos espirituales masculino y femenino, en toda la Torá. Y esto está relatado aquí en nuestra parashá.
Para formar una pareja se necesita cierto intermediario,
llamémoslo un catalizador, que es Eliezer el siervo de Abraham. Es
sabido que por el mérito de servir fielmente a Abraham Avinu, "Eved Abraham anoji",
"Siervo de Abraham soy yo", incluso sin identificarse por su propio
nombre, porque estaba totalmente anulado a quien lo envió, "El enviado
de la persona es como si fuera ella misma", gracias a esto fue excluido
de la condición de maldito. Porque era del pueblo de Cnaan, "Maldito Cnaan
esclavo será de sus hermanos", y él fue excluido de esta condición de
maldito, e ingresó a la condición de bendito, como se le dice en esta
historia "Ven Bendito de Havaiá".
Hizo una suposición, y su conjetura fue exitosa, y cuando ve que
"Rivka sale", como está explicado en Jasidut, que sale de todas las klipot,
de las profundidades de las cáscaras impuras, el alma más preciada y
ve que ella presenta todas las señales de que es digna de la casa de
Abraham, todas las señales de la bondad y la misericordia, entonces
dijo así.
Antes que nada, antes aun de llegar a la casa, entonces le dicen "Ven Bendito de Havaiá" [Bereshit 24:31]. Antes él bendijo a Dios diciendo: "Baruj Havaiá Elokei adoní Abraham", "Bendito Havaiá Dios de mi amo Abraham".
Ahora, sobre estas palabras "Bendito Havaiá Dios de mi amo Abraham", [Bereshit 24:27] está escrito en el Libro del Rokeaj:
"De aquí aprendemos las características de las bendiciones". Algo que
es una novedad impresionante, porque justamente de Eliezer el siervo de
Abraham aquí, quien después que le sucedió el milagro se "sorprendió… y
quedó boquiabierto, etc.", bendijo a Hashem, y de su expresión
"aprendemos de esto la característica de las bendiciones".
¿Qué significa "la índole de las bendiciones". Cuando una persona
bendice a Hashem, hay que bendecir 100 veces cada días, cuando decimos
una bendición a Dios hay que decirlo con el Nombre y con el Reinado,
esta es la regla. En esta bendición hay por lo menos en la
introducción, en la introducción y el cierre, enseguida veremos esto en
el comentario de Tosafot. Hay bendiciones del Shmoná Ezré, donde la
bendición está al final, y allí no está el Reinado. En cada bendición
está el Nombre pero no está el Reinado en cada bendición. Pero en una
bendición en general, también lo veremos enseguida dentro de la guemará, tiene que haber Nombre y Maljut [Reinado].
Aprendemos esto de aquí, entonces es un poco sorprendente porque ¿Cómo lo aprendo de aquí si no está el Maljut?! Está escrito "Bendito Havaiá
el Dios de mi amo Abraham, a quien no abandonó Su bondad y verdad de
mi amo. Yo estoy en el camino aun ¡Y Havaiá me ha conducido a la casa
de los hermanos de mi amo." "De aquí aprendimos la característica de
las bendiciones".
Ahora, abramos la Guemará en el Tratado de Berajot,
Bendiciones, y veamos que está escrito. Hay una discusión entre Rav y
Rabí Iojanán: "Dijo Rav: 'Toda bendición en la que no se recuerda a
Hashem no es una bendición'". Si hay una bendición y no recuerdo el
Nombre de Dios, no se considera una bendición. "Y Rabi Iojanan dijo:
'Toda bendición en la que no está el Reinado no es una bendición.'"
No significa que no se exige el Nombre de Dios, sino que agrega a
lo que dice Rav. Para Rav es suficiente el Nombre, si está sólo el
Nombre es suficiente, pero Rabí Iojanan no está de acuerdo y dice que
toda bendición en la que no está el Nombre y también el Reinado no es
una bendición. Es decir que no cumplió con su obligación si dijo una
bendición sin Reinado tiene que volver a decir la bendición, y el Nombre
lo dice en cierta medida en vano.
"Dijo Abaie:" [Nuevamente, hay aquí una discusión entre Rav y Rabi
Iojanán. Algunas generaciones después viene Abaie, y dice así]
"'Concuerda más la opinión de Rav'" [Dice que la opinión de Rav me
parece más acertada, que es suficiente el Nombre, y no hace falta el
Reinado. ¿Por qué?] "Aprendemos en Baraita: 'no trasgredí Tus preceptos y no olvidé',"
[Hay un verso al final de la Torá que dice: "no trasgredí", que
en la confesión del diezmo, "no trasgredí Tus preceptos y no olvidé'".
"No dejé de bendecirte y no olvidé de recordar Tu Nombre". "No pasé"
sin bendecirte, y no me olvidé dentro de la bendición de recordar Tu
Nombre.
¿Entonces qué oigo en esta Baraita? Que hay que bendecir,
cuándo hay que bendecir, y que hay que recordar el Nombre en la
bendición. Si una persona bendice y se olvida de recordar el Nombre es
una trasgreción, o sea que no es una bendición. ¿Cómo quién es esto?
Como Rav, que si no está el Nombre no es una bendición, pero aquí no se
habla para nada del Reinado: "Y he aquí que el Reinado no está escrito
en la Baraita". No está escrito en la Baraita el Reinado, sólo el
Nombre. Por lo tanto, dice Abaie, de esta Baraita se entiende como la
opinión de Rav.
"Y Rabi Iojanan", ¿Y qué explicación trae Rabi Iojanan? "Rabí Iojanan
aprende 'Y no olvidé de recordar Tu Nombre y Tu Reinado sobre él'".
Dice que "y no olvidé" se refiere a recordar el Nombre, como está
escrito, y también incluye el Reinado. O sea, se puede explicar esto
que en realidad su intención es que la Baraita misma, está
escrito literalmente "Tu Nombre y Tu Reinado sobre él". Pero también se
puede entender como lo explica Tosafot aquí, que en verdad sólo se
recuerda "Tu Nombre" en la Baraita, pero se sobreentiende que si se
recuerda el Nombre, también comprende el Reinado. "Bendito el Nombre de
la gloria de Tu Reinado por siempre jamás", cuando está el Nombre de
Dios automáticamente está allí Su Reinado.
Ahora, del hecho que Abaie escribe o dice que "concuerda la
opinión de Rav", y no hay nadie en la generación de Abaie o en
generaciones posteriores que discrepen con Abaie, entonces teóricamente
habría que haber dictaminado la halajá como Abaie, que concedes y dictaminar la halajá como Rav, que es suficiente el Nombre sin el Reinado. Pero en la halajá
no es así, todos los legisladores de los preceptos, desde el Ri"f en
adelante, dictaminan como Rabi Iojanan, que hace falta Nombre y
Reinado, y si falta el Reinado la persona no cumplió con el precepto.
Leamos a Tosfot: "Dijo Abaie: la opinión de Rav concuerda, etc."
Existen algunos comentaristas que afirman que la Baraita se entiende
como la opinión de Rav, porque en la Baraita está escrito "no olvidé de
recordar Tu Nombre", y nada más, entonces sólo hace falta el Nombre.
"Y así dictaminó Rav Alfas como Rabi Iojanan y también dictaminó así
R"I, que toda bendición en la que no está el Reinado del Cielo no es
una bendición. Y por eso decía el R"I que si hubiera salteado el
Reinado de la bendición del pan", [si la persona come pan, bendice
"…Quien extrae el pan de la tierra", y se olvida de recordar el Reinado
en esta bendición] "tiene que volver a bendecir, e incluso si saltea
la palabra 'el Universo'".
Incluso si dijo "bendito eres Tú Havaiá Elokeinu Rey Quien extrae
el pan de la tierra", y sólo se olvidó de decir "Rey del Universo",
esta es una expresión muy bella, si digo que hay que recordar el
Reinado en la bendición, es entonces que Dios es rey pero también hay
que decir sobre qué es rey, que es el Rey del Universo". Entonces no
sólo si la persona olvidó la palabra Rey, dictamina el R"I, que la
persona tiene que repetir, también si se olvida la palabra "El
Universo" debe volver a bendecir. ¿Por qué? Dice: "Incluso si saltea
sólo la palabra "El Universo", porque 'Rey' sólo no es reinado".
Esta es una expresión muy bella, muy jasídica. Se puede ser rey
pero si no tienes universo… sí eres rey, pero no hay un reinado, y está
escrito que se debe recordar el "reinado", no recordar sólo "rey", por
eso es obligación decir la palabra "el universo". Esto también es algo
muy bello y profundo, que todo judío es un rey, "Todo Israel son
reyes", pero sin un mundo, sin producir una influencia en la práctica,
ser rey no vale nada. Tiene que haber un universo, y si no hay un
universo sólo rey no es nada.
Como también está escrito sobre el futuro por venir: "Y será
Havaiá el Rey sobre toda la Tierra y en ese día será Havaiá Uno y Su
Nombre Uno". Si Hashem es Rey sobre toda la Tierra entonces es rey.
Ahora también es rey, pero no está revelado sobre toda la Tierra, y
antes de la creación del mundo es rey, "Amo del Universo que reinó
antes de que todo ser fuera creado", pero no es suficiente. Tiene que
ser el Rey del Universo" en la acción concreta. Todo el asunto del
reinado es que "la acción es lo principal", y en la acción es lo
principal. Entonces así dictamina el R"I, que tiene que haber Reinado y
Universo.
Luego, ¿qué sucede con la plegaria de 18 bendiciones de la que
dijimos antes que no está el reinado en todas las bendiciones? Dice que
"y en la plegaria de las 18 bendiciones no hay en ellas reinado porque
no comienza ni finaliza con "bendición", no corresponde Reinado."
"Pero Dios de Abraham…", ahora viene la principal novedad que respecta a
nosotros. Dice que es así tal como se dijo, en la primera bendición de
las 18 bendiciones, que sí comienza con "bendito", "Bendito eres Tú
Havaiá Dios nuestro y Dios de nuestros padres", así comienza la
plegaria de 18 bendiciones. Como dijimos antes hay que bendecir 100
bendiciones cada día, y se incluyen en ellas las 18 bendiciones dentro
de las 100 bendiciones.
¿Pero dónde está allí Reinado? Dice que literalmente no hay para nada
reinado, pero sí hay Reinado. Dice que cuando decimos "Dios de
Abraham" es Reinado, esta es una novedad maravillosa del Tosafot.
Cuando digo "Dios de Abraham", dije Reinado. "Dios de Abraham", y no
"Dios de Itzjak y Dios de Iaakov". Justamente "Dios de Abraham" es como
Reinado". ¿Por qué? "Porque Abraham nuestro patriarca coronó a Dios
sobre todo el universo, anunció Su Reinado."
Luego continúa, pero esta es una expresión muy jasídica de
Tosafot, cuando recuerdo Dios de Abraham recuerdo lo que realizó, "La
acción del justo es para la vida", y él comenzó a obrar y construir el
reinado de Hashem en el mundo. Es sabido que también fue el primero que
llamó "Amo" a Dios, "א-דני" , "Ad-nai", el Nombre del Reinado. Hasta a Abraham nadie lo llamó con este Nombre Adni.
Entonces además de que Abraham difundió que hay un Dios en el mundo,
que Dios es Uno, la principal novedad y la expresión de Abraham es que
coronó Rey a Dios en la Tierra, lo hizo "Dios de la Tierra", "El Rey
del Universo" de hecho. Y de momento que digo "Dios de Abraham" he
dicho Reinado. Esto es lo que surge de Tosafot.
Volvamos al Baal HaRokeaj. El Rokeaj dice que de la expresión de
Eliezer "Bendito Havaiá Dios de mi amo Abraham" aprendemos la
característica de las bendiciones. Aquí hay Nombre, "Bendito Havaiá"
¿pero dónde hay Reinado? Si dictaminamos la halajá que hace
falta reinado, ¿dónde está aquí reinado? De acuerdo a la opinión de
Tosafot aquí hay Reinado, "Dios de mi amo Abraham". Como Tosafot dicen
acerca de la plegaria de las 18 bendiciones, aquí también es lo mismo,
"Dios de mi amo…".
Incluso aquí se remarca algo más. En la plegaria de 18 bendiciones se dice sólo "Dios de Abraham". Aquí dice "mi amo", que también es mí amo, pero también recuerda el Nombre Adnut, por lo menos como insinuación "Bendito Havaiá Dios de mi amo Abraham". Ahora, es muy interesante que el Rokeaj mismo, todo esto es del Baal HaRokeaj, dice que aquí no hay Reinado. No dice como explicamos recién que de los Tosafot se puede aprender que aquí también hay Reinado, a pesar de que no está escrito explícitamente.
Incluso aquí se remarca algo más. En la plegaria de 18 bendiciones se dice sólo "Dios de Abraham". Aquí dice "mi amo", que también es mí amo, pero también recuerda el Nombre Adnut, por lo menos como insinuación "Bendito Havaiá Dios de mi amo Abraham". Ahora, es muy interesante que el Rokeaj mismo, todo esto es del Baal HaRokeaj, dice que aquí no hay Reinado. No dice como explicamos recién que de los Tosafot se puede aprender que aquí también hay Reinado, a pesar de que no está escrito explícitamente.
En cambio escribe así el Baal HaRokeaj: "A pesar de que no hay
Reinado en esta bendición" [de Eliezer] "es porque todavía Dios no dio a
conocer Su Reinado". Esto es lo que dice el Baal HaRokeaj. En la época
de Abraham nuestro patriarca Dios no explicó en el mundo Su Reinado,
entonces aquí no hay Reinado. Entonces afirma como Rav. Aunque sabe que
la halajá es que es necesario Nombre y Reinado, de aquí aprendemos la
característica de la bendición.
Hay aquí una enseñanza profunda respecto a la discusión de Rav y
Rabi Iojanán. Da lugar a explicar que en la raíz la halajá sí es como
Rav. O sea, en la raíz originaria antes era suficiente como aquí, el
Nombre, bendecir el Nombre de Dios. Pero de momento que Dios da a
conocer Su Reinado en el mundo y entrega la Torá, quiere que también
nosotros, cada vez que recordemos Su Nombre, recordemos a la vez Su
Reinado, no que es Rey, sino con Su Reinado que es "Rey del Universo".
Entonces nos surgió algo muy bello aquí, que la índole de la
bendición, de acuerdo al RoKeaj, comienza con Eliezer. En la clase
anterior explicamos que cuando la persona dice una bendición tiene que
tener la intención de acodar [una rama de la vid], "mabrij", como si injertara a Dios. En Jasidut bendición, "brajá" es de "leabrij", "acodar", y también aquí lo dicen los sabios de bendita memoria, sobre el verso de la parashá "Ve por ti", "Y se bendecirán [nibrejú]
en ti todas las familias de las Tierra", que injerta en nosotros las
preciadas almas de Ruth y Naamá. Entonces también aquí, Eliezer mismo,
por el mérito de que bendice y nos renueva la forma de bendecir, sale
de la condición de maldito a la de bendito.
Hay otro ejemplo en Itró, también un guer tzedek, un
converso justo, también dijo "Baruj Hashem", bendito es Dios, antes de
la entrega de la Torá. Está escrito que sin el "Baruj Hashem" de Itró
la Torá no hubiera podido ser entregada al pueblo de Israel, y todo
dependió del "Bendito es Dios", y parecería que con esto también él
mismo salió de la condición de maldito que tenía. No era exactamente
Cnaán, "maldito Cnaán, pero era un sacerdote de toda la idolatría que
hay en el mundo. Con su "Baruj Hashem" salió de la cáscara impura, de
la impureza, e ingresó a lo sagrado.
Entonces he aquí que tenemos otra intención profunda e importante
cuando digo una bendición. Cada día digo 100 bendiciones, y la
intención que tengo que tener en cada una de ellas es sacar a Eliezer
el siervo de Abraham de la condición de maldito e ingresarlo a la
condición de bendito, "Ven, bendito de Dios". Es decir, saber que el
concepto de bendición lo aprendo de él. ¿En qué contexto lo aprendo de
él? En este cuando va con mesirut nefesh, entregando su vida, a realizar el shiduj,
conseguir la pareja de Itzjak, y lo que resulta de su esfuerzo es esta
pareja, que ahora "se sorprende… queda boquiabierto" al ver la
maravilla de Dios, y une en pareja a Itzjak y Rivká.
Entonces también en cada bendición que digo elevo a Eliezer, a la
vez que produzco en cierta medida el enlace sagrado de Itzjak y Rivká.
Tomado de las enseñanzas del rabino Itzjak Ginsburgh
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