Derej Jojmá
Rabí Moshé Jaim Luzzatto
De las palabras del erudito Iejezkel Serna, se aprecia que Ramjal era un hombre muy capaz e inteligente, profundo investigador, y poseedor de una inspiración sublime. Por eso descubrió los tesoros ocultos que estaban escondido en esta magnífica enseñanza talmúdica impartida por Rabí Pinjas, el hijo de Iair, la cual abrió y explicó paso por paso, detalle por detalle, no dejando nada sin analizar y abrir.
Rabí Moshé Jaim Luzzatto
De las palabras del erudito Iejezkel Serna, se aprecia que Ramjal era un hombre muy capaz e inteligente, profundo investigador, y poseedor de una inspiración sublime. Por eso descubrió los tesoros ocultos que estaban escondido en esta magnífica enseñanza talmúdica impartida por Rabí Pinjas, el hijo de Iair, la cual abrió y explicó paso por paso, detalle por detalle, no dejando nada sin analizar y abrir.
¿Y quién era Rabí Pinjas, el hijo de Iair y cuál fue la gran enseñanza que impartió?
En el Talmud se narra que Rabí Pinjas, el hijo de Iair, marchaba para cumplir el precepto de rescatar a unos cautivos, y en medio del camino se topó con el río Ginai.
Rabí Pinjas, el hijo de Iair, le dijo al río:
¡Ginai: divide para mí tus aguas y te atravesaré!
El río le dijo:
Tú vas a hacer la voluntad de tu Amo, y yo voy a hacer la voluntad de mi Amo.
Sin embargo, en cuanto a ti, es dudoso si lo harás o no lo harás, pues tal vez no puedas cumplir con el precepto de rescatar a los cautivos, pero yo, ciertamente que lo haré, cumpliré con el precepto de hacer fluir mis aguas hacia el mar. Por tal razón, no es correcto que divida mis aguas ante ti. (1)
Rabí Pinjas, el hijo de Iair, le dijo:
Si tú no divides tus aguas, decretaré sobre ti que las aguas no vuelvan a pasar por ti jamás. Al oír eso, el río dividió sus aguas para que él pasara. En ese lugar se hallaba también un hombre que llevaba trigo para elaborar pan ácimo para la festividad de Pesaj, y también debía atravesar el río.
Rabí Pinjas, el hijo de Iair, le dijo al río:
Divide tus aguas también para él, pues también él se ocupa de un precepto. Entonces el río dividió sus aguas para que también él pasara.
En ese sitio se encontraba, además, un comerciante árabe que marchaba con ellos. Rabí Pinjas, el hijo de Iair, le dijo al río: Divide tus aguas también para él, para que las personas no digan: «¿Así se comportan con los acompañantes?». Entonces el río dividió sus aguas para que también él pasara.
Dijo Rabí Iosef acerca de Rabí Pinjas, el hijo de Iair: Cuán importante era ese hombre, más que Moshé y los seiscientos mil hombres que salieron de Egipto. Pues en el caso de Moshé, y los Hijos de Israel que cruzaron con él, el Mar de Cañas se partió una vez, (2) y en el caso de Rabí Pinjas, el hijo de Iair, el río se partió tres veces.
(1) Es decir: tú vas a cumplir con el precepto de rescatar a los cautivos, y yo voy a cumplir con el precepto de hacer fluir mis aguas hacia el mar. Pues todos los ríos desembocan en el mar por decreto del Rey supremo, El Santo, Bendito Sea. Como está escrito: «Todos los ríos van al mar, y el mar no se llena; al lugar de donde los ríos vinieron, allí vuelven para correr de nuevo» (Eclesiastés 1:7).
(2) Como está escrito: «Moshé extendió su mano sobre el mar y El Eterno agitó el mar con un fuerte viento solano toda la noche, y corrió el mar a tierra húmeda, y las aguas se partieron. Los Hijos de Israel entraron al mar, sobre tierra seca; y el agua era un muro para ellos, a su derecha y a su izquierda (Éxodo 14:20-21).
Muy bueno
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