sábado, 5 de agosto de 2017

Recuperar nuestra esencia

Antes del Baal Shem Tov, los tzadikim ocultos estaban desperdigados y no tenían un plan de acción organizado. A partir de su ingreso, comenzaron una serie de campañas con un objetivo concreto. 

La esencia de la primera campaña era enseñar al pueblo cómo relacionarse con el otro, por que cuando uno se encuentra con otra persona en la calle no es por accidente, es por Providencia Divina, para que nos interesemos genuinamente en nuestro prójimo Judío.

Para profundizar en esto, nos referiremos a una mitzvá de La Torá que nos ordena no ignorar los objetos encontrados en los espacios públicos, a pesar de que pueda demandar un tremendo esfuerzo y tiempo poder devolverlos sus verdaderos dueños que lo han extraviado.

Al instruirnos que no ignoremos los objetos perdidos, un mandamiento llamado "hashavat aveidá", la Torá nos da a entender que cada vez nos ocurre el "accidente" de encontrar algo perdido es un ejemplo de la Providencia personal que el Todopoderoso exhibe en las vidas de cada uno de nosotros.

Similarmente, al "encontrar" en la calle a un judío "perdido", está prohibido ignorarlo como persona y a sus necesidades físicas o espirituales. Cuando dos personas se encuentran en el camino, es una oportunidad de oro para ayudar al otro a "recuperar" parte de su ser.

Rabino Yitzchak Ginsburgh



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